Eso sí, tener pan del día anterior es imprescindible. Así que ya podéis ir guardando una barra de pan para unas torrijas muy ricas.
Ingredientes:
- Pan duro (cortado en rodajas)
- 250 ml de leche
- 1 canela en rama
- Un poco de peladura de limón
- 50 g. + 2 cucharadas de azúcar
Pasos a seguir:
1. Calentar la leche a fuego medio, añadir 50 g de azúcar, la canela y la peladura de limón (se puede añadir vainilla en vez de canela, o naranja en vez de limón). Quitar del fuego cuando comience a hervir, y dejar reposar hasta que esté a temperatura ambiente.
2. Colocar las rodajas de pan duro (yo corto el pan en rodajas de al menos 4 cm de grosor) en una bandeja honda.
3. Una vez que la leche esté a temperatura ambiente (o tibia) verterla sobre las rodajas de pan (es posible que si hay muchas rodajas se necesite más leche). Dejar reposar hasta que el pan haya absorbido toda la leche.
4. Calentar aceite para freír las torrijas (se pueden hacer en el horno si no os gustan fritas, pero lo tradicional es freírlas). Batir huevo con 2 cucharadas de azúcar en un plato hondo (y un poco de vainilla extracto de vainilla, opcionalmente)
6. Mojar cada rodaja en el huevo batido y freír unos minutos hasta que queden doradas por ambos lados.
7. Una vez que todas las torrijas estén hechas, se puede espolvorear un poco de azúcar con canela molida antes de servir.
Las torrijas tienen que quedar crujientes por fuera y muy suaves por dentro, como una especie de flan. Para mí es imposible resisterme a unas torrijas en Semana Santa, aunque no sea un dulce muy saludable, es sencillo y delicioso.
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